Las bases de datos son un elemento esencial en el día a día de diversos profesionales. De hecho, según la reciente investigación sobre el uso y la percepción del email marketing en España, desarrollada por Digital Response, más de la mitad de las empresas se marcan como objetivo prioritario mejorar sus bases de datos.

Las bases de datos son un elemento esencial en el día a día de diversos profesionales. De hecho, según la reciente investigación sobre el uso y la percepción del email marketing en España, desarrollada por Digital Response, más de la mitad de las empresas se marcan como objetivo prioritario mejorar sus bases de datos

Desde desarrolladores web hasta bibliotecarios, pasando por programadores de software y profesionales del marketing, recurren a ellas para desarrollar su trabajo en relación con la información. La base de datos orientada a objetos se está convirtiendo en una tipología en auge dentro de estos contextos, debido a sus características y ventajas. Pero, ¿cómo funciona exactamente una BDOO?

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Cuando hablamos de una base de datos orientada a objetos, hemos de tener en cuenta su relación con la programación orientada a objetos. De hecho, se trata de un sistema de gestión de bases de datos en el que la información se representa a través de estos objetos, cuyos datos quedan agrupados incluyendo atributos y métodos.

Al mismo tiempo, cabe destacar la división de los objetos en clases, que a su vez quedan divididas en subclases. Una estructura que va más allá de las jerarquías y que compone redes a partir de las relaciones entre objetos, los cuales albergan toda la información en sí mismos sin necesidad de recurrir a distintas tablas.

La principal diferencia entre una base de datos orientada a objetos y una base de datos relacional reside en la complejidad de los datos que pueden agrupar. Mientras las bases de datos relacionales requieren de varios elementos simplificados para un solo registro, las también denominadas BDOO aglutinan la totalidad de la información, que puede ser más compleja y que, además, estará disponible en el acto.

Teniendo en cuenta las cualidades de una base de datos orientada a objetos y los beneficios del almacenamiento en la nube, ¿por qué no combinar ambas opciones? Se trata de una posibilidad en la que se puede manejar grandes volúmenes de información organizada y escalable de forma segura. Además, los servidores físicos dejan de ser necesarios, garantizando la accesibilidad desde cualquier lugar del mundo.

Para entender el funcionamiento de una base de datos orientada a objetos basta con recurrir a un ejemplo práctico. Si imaginamos una tienda de electrodomésticos, introduciríamos un microondas concreto como objeto, incluyéndolo en la clase “microondas”, que a su vez sería subcategoría de “pequeño electrodoméstico”. Al mismo tiempo podríamos añadir atributos y métodos como el color, la potencia o las medidas.

Todos los elementos mencionados anteriormente, como las clases o categorías, los atributos y los elementos o los propios objetos, además de otros como los patrones, son básicos en una base de datos orientada a objetos. Como cabe esperar, se trata de los mismos elementos que podemos encontrar en la programación orientada a objetos.

Los objetos son las entidades que introducimos en la base de datos y que habitualmente no se modifican. Se trata de elementos físicos o personas, que ejercen acciones dentro de la base de datos. Continuando con el ejemplo indicado anteriormente, hablaríamos de “microondas”.

En este ejemplo, podemos ver que un microondas tiene una serie de características en la realidad que debemos introducir en la base de datos orientada a objetos. Estos serían los atributos, ya que hablamos de las propiedades del elemento; en este caso podrían ser “blanco”, “800 W” o “23 litros” para indicar el color, la potencia y el volumen.

Los métodos hacen referencia al comportamiento de los atributos del objeto, lo que nos indica características más genéricas como el fabricante, el precio o el año de fabricación del modelo.

En una base de datos orientada a objetos, los patrones son aquello que permite el acceso a objetos de mayor complejidad, que se corresponden con algunas de las características como el polimorfismo, la encapsulación, la herencia o la abstracción, tal y como veremos más adelante.

Finalmente, la clase se corresponde con el significado de categoría; es decir, lo que agrupa determinados objetos en una base de datos porque responden a métodos y atributos idénticos o similares. En el ejemplo que nos ocupa, hablaríamos de la clase “microondas”.

Para que una base de datos orientada a objetos funcione como tal, resulta fundamental que cumpla con determinadas características. Estas propiedades que indicamos a continuación hacen posible que la BDOO pueda ofrecer garantías como la seguridad, la simplicidad en los procesos, la flexibilidad y la escalabilidad, entre otras.

La encapsulación es una característica fundamental para la seguridad en una base de datos orientada a objetos. Se trata de la agrupación de objetos, atributos y datos bajo una sola clase o categoría, un proceso que permite la ocultación de información para preservar su seguridad.

Aprovechando que en una base de datos orientada a objetos todas las clases y estructuras mantienen órdenes y patrones específicos alineados con determinadas características, es posible utilizar el mismo código a la hora de realizar otro programa. Esta característica se denomina herencia y tiene lugar mediante jerarquías que permiten la reutilización de los códigos.

La finalidad de esta cualidad es poder reutilizar los datos como consecuencia de una simplificación en su modelado. La abstracción aparece en las bases de datos orientadas a objetos de la mano de la encapsulación, que posibilita precisamente esto: la ocultación y eliminación de datos irrelevantes y la representación de las características necesarias en cada caso.

Una de las características que permite que en una base de datos orientada a objetos los mismos códigos de programa funcionen para distintos elementos es el polimorfismo. Como su propio nombre indica, se trata de la facultad por la que los objetos pueden adoptar diversas formas.

El desarrollo de este tipo de sistemas no puede entenderse sin la inherente relación entre la programación orientada a objetos y las bases de datos orientadas a objetos. El lenguaje de programación específico utilizado en estos casos es la piedra angular del sistema, tanto en lo que respecta al modelado de los propios datos, como a efectos de diseño y creación de la propia BDOO.

El modelado de datos orientado a objetos está relacionado nuevamente con el lenguaje de programación utilizado. De hecho, es precisamente ese lenguaje gráfico lo que permite la creación, documentación, especificación y visualización de la base de datos orientada a objetos.

El diseño y la creación de una base de datos orientada a objetos se sustentan, efectivamente, sobre un modelo de lenguaje de programación que debe posibilitar la encapsulación de datos y códigos de objeto por unidades, además de permitir la interacción entre ellos a través de una interfaz.

A la hora de desarrollar, modificar, visualizar y administrar cualquier base de datos orientada a objetos, es necesario un sistema de gestión dedicado a ello. En este sentido, las opciones más recurrentes que podemos encontrar son las siguientes:

  • ObjectBox

  • Giga space

  • Intersystems IRIS

  • Intersystems Caché

  • ObjectStore

Por otra parte, tal como hemos venido indicando, en el desarrollo de una base de datos orientada a objetos es imprescindible la utilización de lenguajes de programación específicos, también orientados a objetos. Los siguientes son algunos de los más utilizados actualmente con estos fines:

  • Ruby

  • Python

  • Java

  • Perl

  • Visual Basic

  • Delphi

El valor de las bases de datos en general en el desarrollo de software reside, principalmente, en las posibilidades que ofrece con respecto a la organización y la estructuración de la información. Si nos centramos en la base de datos orientada a objetos en particular, la gestión de datos se lleva a cabo mediante las características anteriormente mencionadas, lo que ofrece ciertas ventajas que podemos ver a continuación.

Dejando al margen las ventajas del uso de bases de datos, independientemente de su tipología y centrándonos únicamente en los beneficios intrínsecos de los sistemas orientados a objetos, podemos identificar las siguientes ventajas en su uso:

  • Mejoras en el rendimiento y la eficiencia de la gestión de datos.

  • Flexibilidad y escalabilidad.

  • Mayor simplicidad y velocidad en el guardado y la consulta de información.

  • Posibilidad de reutilización de datos a partir de réplicas parciales creadas por un almacenamiento en caché.

  • Posibilidad de gestión de grandes volúmenes de datos.

Si analizamos las ventajas más destacables de una base de datos orientada a objetos, vemos cómo la mayoría de ellas redundan en una: la eficiencia en su gestión.

Y es que, el hecho de poder reutilizar códigos de programación, la posibilidad de escalar el sistema y la capacidad de almacenamiento son fundamentales en estos entornos. Teniendo en cuenta estas cualidades, ¿por qué no aprovecharlas en beneficio de cualquier negocio?

Desde Incentro llevamos décadas dedicadas al trabajo con bases de datos, y conocemos a la perfección las posibilidades que ofrece cada una de estas variantes de programación. Cuenta con nosotros y te asesoraremos acerca de cuáles son las mejores opciones para tu empresa.

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