Aunque no podemos comparar el comercio tradicional con el comercio electrónico o e-commerce, lo cierto es que el e-commerce tiene infinidad de ventajas frente al comercio tradicional. Tanto para el vendedor o la empresa como para el comprador o usuario del servicio. Pero si necesitas primero refrescar sobre qué es el comercio electrónico, visita el artículo anterior.

Lo cierto es que la aparición del e-commerce ha sido una de las mayores revoluciones de los últimos años. Y aunque antes ya existían otras formas de venta telemática (por catálogo, por teléfono etc.), nada es comparable a la vuelta de tuerca que el comercio electrónico ha supuesto para la compra-venta de bienes y servicios.

Como veíamos en el post El comercio electrónico en España, solo en España ya realizan compras online 7 de cada 10 internautas, lo que supone una suma de 20 millones de personas. Y España no es el país dónde más penetración tiene el e-commerce. Lo que nos da una respuesta clara de lo próspero que es el comercio electrónico hoy en día.

Ahora bien, analicemos cuáles son todas esas ventajas (y desventajas) que nos proporciona esta nueva forma de hacer negocios:

Si tenemos que pensar en un top 10 de beneficios del e-commerce, se nos ocurren muchas más ventajas que 10, pero las más relevantes serían las siguientes:

En un comercio tradicional, únicamente podremos realizar ventas a aquellas personas que visiten nuestra tienda. Mientras que en una tienda online, las posibilidades son infinitas.

Unas buenas fotografías, en un buen ángulo y con la cámara adecuada, pueden convertir un producto mediocre en un producto de calidad.

Gracias al big data podemos conocer de antemano muchos datos de nuestro posible comprador, lo que hará que la compra sea totalmente personalizada a sus intereses, con la experiencia digital impecable.

Actualmente, las tiendas online ofrecen diversas formas de pago para facilitar la compra al usuario: Paypal, transferencia bancaria, tarjeta de crédito, a plazos...

El comercio tradicional cuenta con una gran desventaja frente al negocio online, ya que solo está abierto determinadas horas al día y no todos los días. Eso en las tiendas online no es un problema.

Gracias al remarketing podemos volver a impactar en antiguos clientes o posibles clientes que se han interesado en nuestros productos, para volver a captar su atención y que adquieran nuestros productos.

En la mayoría de las tiendas online, a día de hoy, se solicita al comprador que se registre y ahí podremos conseguir información del mismo que, en una transacción en un comercio tradicional, sería imposible de recabar.

Al tener posibilidades casi infinitas en el mundo online, el crecimiento del negocio se puede producir mucho más rápido que si lo comparamos con las opciones de crecimiento que tenemos en el mundo offline.

Contar con presencia online nos aporta una imagen más innovadora que el comercio tradicional. Además, tenemos completo control de lo que queremos mostrar y decir de nosotros, lo que nos dará un relativo control de lo que opinen de nosotros. El comercio electrónico headless, además, nos permite personalizar nuestra tienda online al máximo.

No tener la necesidad de comprar o arrendar un local será un ahorro muy alto para cualquier negocio, por ejemplo.

Como comentábamos previamente, las ventajas del e-commerce, podremos dividirlas entre beneficios para las empresas y beneficios para los consumidores. Basándonos en las ventajas para las empresas podemos enumerar las siguientes:

  • Reducción de costes: No es lo mismo abrir una tienda online que una tienda física, así como no es lo mismo publicitarse en TV que en redes sociales. Tener una tienda online es infinitamente más económico que una tienda física.

  • Mayor conocimiento de tu cliente: Cuando una persona va a comprar a una tienda física no sabes nada de dicha persona. Ni de dónde es, qué intereses tiene, etc. Sin embargo, gracias al big data, podrás conocer un montón de detalles de los compradores (o posibles compradores) de tu tienda, para ofrecerles los productos o servicios que más les puedan interesar. Por lo que podrás personalizar la venta al máximo.

  • Crecimiento orgánico: Si no cuentas con un gran presupuesto en publicidad, el marketing de contenidos, las redes sociales, las reviews positivas de productos por parte del cliente, etc. te ayudarán a conseguir nuevas ventas sin “invertir” dinero en publicidad.

  • Presencia 24/7: Y como hemos mencionado al principio, podrás vender tus productos a cualquier hora y desde cualquier lugar, haciendo crecer exponencialmente las opciones de venta.

Pasándonos al lado del comprador, algunas de las ventajas para el consumidor de comercio electrónico serían las siguientes:

  • Mayor competencia: Las opciones en internet se multiplican. Hay una guerra precios entre las diferentes tiendas que, como usuario, te hará beneficiarte para conseguir el mejor precio. Además, puedes comparar dichos precios en cuestión de segundos.

  • Sin salir de casa: La facilidad de obtener cualquier producto sin moverte de tu hogar y, en algunos casos, lo recibes incluso en el mismo día.

  • Información: Gracias a internet podemos conocer toda la información disponible del producto que estamos a punto de adquirir, así como las opiniones de los usuarios al respecto.

  • Discreción y seguridad: El hecho de comprar por internet nos aporta una discreción que la tienda física no tiene (algo muy interesante si se trata de algún producto comprometedor ;).

Como era de esperar, no es oro todo lo que reluce. El e-commerce también tiene inconvenientes. Pero lo cierto es que, algunas de las desventajas en realidad son ventajas para el consumidor y viceversa. Veamos las más espinosas:

  1. La competencia es mucho mayor, ya que cualquier puede poner en marcha un negocio de comercio electrónico (al menos en teoría).

  2. Aunque cada vez menos, aún existen personas que no quieren comprar un producto que no han visto físicamente.

  3. Por otro lado, muchos compradores siguen siendo reacios a realizar pagos online.

  4. Un grave problema para los pequeños e-commerce es el precio de los gastos de envío. Si el volumen de negocio es bajo no podrán alcanzar acuerdos provechosos con las empresas de transporte.

  5. Al haber tantísima competencia y no estar cara a cara con el cliente, la fidelización del mismo es mucho más complicada y exigirá contar con una buena estrategia.

  6. Dar visibilidad a una tienda online exige muchísimo más esfuerzo que una promocionar una tienda física, a pie de calle.

  7. Hay que tener muy en cuenta la seguridad del sitio web, para evitar posibles hackeos.

  8. A pesar de que, actualmente, podemos vender casi cualquier cosa por internet, hay productos menos rentables que otros a la hora de comercializarlos online. Antes de lanzarse a venderlos, habrá que realizar un buen estudio de mercado.

  9. Existen grandes desventajas competitivas entre tiendas online pequeñas y grandes, sobre todo, en lo que precio, servicio y atención se refiere. Por ejemplo, un gigante como Amazon se puede permitir devoluciones gratuitas de productos pero para una pequeña empresa será muy poco rentable ofrecer ese servicio.