Lo que entendemos como Cloud Modernization ya es una realidad en las grandes organizaciones españolas, hablamos de un cambio en sus infraestructuras tecnológicas, pero, ¿cuáles son las características de estos servicios y cómo escoger la opción más adecuada para tu negocio?
Según la consultora tecnológica IDC, se prevé un incremento anual de un 22% en las inversiones en soluciones cloud por parte de las empresas europeas, alcanzando un gasto aproximado de 148.000 millones de dólares en 2023. Para las organizaciones que ya han incorporado este tipo de servicios a su día a día, éstas cifras no resultan sorprendentes, teniendo en cuenta el beneficio que obtienen a cambio.
Lo que entendemos como Cloud Modernization ya es una realidad en las grandes organizaciones españolas, que han decidido migrar sus datos y cargas de trabajo a la nube, beneficiándose de todos los servicios cloud disponibles. Hablamos de un cambio en sus infraestructuras tecnológicas, pero, ¿cuáles son las características de estos servicios y cómo escoger la opción más adecuada para tu negocio? ¿Qué ventajas y desafíos presenta este avance tecnológico para las empresas?
Un modelo de servicio con características revolucionarias
Si la propia digitalización ya supuso una revolución en los procesos operativos de las empresas, la aparición de la nube ha cambiado por completo la forma en que las organizaciones interactúan con la tecnología. Las soluciones cloud abordan todo tipo de necesidades de la empresa de un modo centralizado, seguro y escalable a partir de diversos servicios.
Almacenamiento
El almacenamiento es una de las principales soluciones cloud para empresas de cualquier envergadura. Se trata de un servicio totalmente adaptable a las necesidades de la organización, en el que se ponen a su disposición diversos recursos informáticos y estructurales, como servidores y redes, entre otros, para almacenar los datos de un modo seguro y garantizar su accesibilidad y escalabilidad dependiendo de las necesidades del negocio.
Accesibilidad
Independientemente del modelo de servicio elegido por cada organización, la accesibilidad es una característica básica de los servicios en la nube. La posibilidad de acceder a la información, los servicios o las herramientas desde cualquier lugar del mundo es, precisamente, uno de los beneficios que ha propiciado la explosión de las soluciones cloud.
Escalabilidad
La escalabilidad es una cualidad intrínseca de las soluciones cloud Y Consiste en que el crecimiento de los servicios contratados está sujeto al ritmo de crecimiento de la propia organización porque, presumiblemente, las necesidades de la misma irán fluctuando con los avances.
Adaptabilidad
También podemos hablar de adaptabilidad con respecto al tipo de soluciones cloud que contrata la organización. Las posibilidades de diseño de herramientas y aplicaciones para solventar las necesidades de una empresa son infinitas, además de cambiar, nuevamente, en función de las circunstancias del negocio en cada momento.
Flexibilidad
Si hay algo que puede interesar a cualquier organización a la hora de contratar servicios cloud es la posibilidad de despreocuparse por el mantenimiento o la administración de la infraestructura. Este tipo de soluciones en la nube se muestran flexibles con el fin de que la empresa mantenga el control de los recursos sin necesidad de reparar en cuestiones técnicas.
Modelos de pago flexible (PAYG)
De nuevo nos encontramos ante una característica relacionada con la adaptabilidad y la escalabilidad de las soluciones cloud. Y es que los servicios en la nube ofrecen modelos de pago flexible, en los que únicamente se paga por el uso del servicio, lo que se traduce en costes operativos mucho más bajos y predecibles.
La nube y sus múltiples posibilidades
Para garantizar que se cumplen las características anteriores, las organizaciones pueden escoger entre diversos tipos de nube y ciertas combinaciones entre estas según sus necesidades. Pese a que los servicios son los mismos, las características y los precios varían dependiendo de si hablamos de nube pública, privada o híbrida.
Nube pública
Cuando hablamos de nube pública nos referimos a un servicio en el que el usuario final no tiene nada que ver. En este sentido, se trata de compartir servidores y otros recursos con otros clientes del proveedor de soluciones cloud, lo que evidentemente abarata los costes para la organización.
Nube privada
En contraposición a la nube pública nos encontramos con la nube privada, cuyos entornos de IT están dedicados a una única organización o grupo empresarial. Los beneficios de este tipo de soluciones residen en un aumento considerable de la seguridad, el mantenimiento y la actualización del servicio, por lo que es la opción perfecta cuando se tratan datos sensibles y estrictamente confidenciales. Dentro de la nube privada podemos identificar dos subtipos:
Nube exclusiva
Por un lado, la nube exclusiva está dedicada a un solo cliente con accesos completamente aislados. Se trata de ir un paso más allá en la seguridad, la integridad y la confidencialidad de los datos, aunque, lógicamente, el coste operativo de este servicio es mucho mayor.
Nube privada gestionada
La nube privada gestionada, en cambio, es una solución cloud en la que la empresa delega las responsabilidades de implementación, configuración y administración del servicio en el proveedor. Ahora bien, en este caso se garantiza también la exclusividad de la nube, obviando simplemente la gestión de la misma desde la organización.
Nube híbrida
Finalmente, la nube híbrida combina las dos opciones anteriores, convirtiéndose así en la alternativa más flexible, y por tanto recurrente, para la mayoría de organizaciones. Se trata de escalar la nube privada a la nube pública sin autorizar al proveedor el acceso a la totalidad de los datos; es decir, son soluciones cloud públicas gestionadas de manera privada.
Tipos de servicios en la nube
Una vez que conocemos en qué consisten las soluciones cloud, cuáles son sus principales características y qué tipologías de nube podemos encontrar, cabe enumerar los diferentes modelos de servicio que existen en este contexto. Este conocimiento es de gran relevancia para las empresas, ya que deberán escoger la opción que mejor se adapte a su sector y a su modelo de negocio en concreto.
SaaS (Software as a Service)
El software como servicio es, probablemente, la opción más habitual en las soluciones cloud: el usuario utiliza una herramienta o aplicación a través de una interfaz sin tener ningún tipo de relación con el producto o servicio, lo que le permite extraer los beneficios de su uso sin responsabilizarse de su mantenimiento o administración. El principal ejemplo está en las aplicaciones de correo electrónico o colaboración en línea, pero hay muchos otros.
IaaS (Infrastructure as a Service)
La infraestructura como servicio consiste en el alquiler de infraestructuras tecnológicas a un proveedor de soluciones cloud por parte de una organización. Hablamos de servidores, almacenamiento y redes, principalmente, que se ponen a disposición de la empresa para su uso, pero a menor coste y sin ningún tipo de mantenimiento por su parte.
PaaS (Platform as a service)
La plataforma como servicio está más enfocada a organizaciones dedicadas al desarrollo, ya que les permite disponer de un entorno en la nube en el que crear, hacer pruebas y desplegar aplicaciones, pero no han de preocuparse por los recursos necesarios para ello, la capacidad de almacenamiento o el mantenimiento del software.
FaaS (Function as a Service)
La función como servicio es la última aparición dentro de los modelos de soluciones cloud, y nuevamente se centra en el apoyo a desarrolladores. Sin embargo, en este caso ofrece funcionalidades independientes como respuesta a eventos específicos, sin la necesidad de trabajar en la infraestructura subyacente. De este modo, el trabajo resulta más flexible y eficiente, ya que la infraestructura se gestiona automáticamente mientras el usuario se centra exclusivamente en su código.
Principales beneficios del cloud computing
A estas alturas y atendiendo al consumo de soluciones cloud por parte de la inmensa mayoría de empresas de todos los tamaños, parece evidente que se trata de una inversión beneficiosa. Pero, ¿cuáles son las ventajas más destacables de los servicios en la nube?
En primer lugar, de manera indiscutible, cabe mencionar la reducción de costes, donde podemos incluir las infraestructuras físicas, las licencias de software, las tareas de mantenimiento o el consumo energético. Definitivamente, hablamos de un modelo mucho más económico para cualquier empresa.
Por otra parte, las soluciones cloud han demostrado ser más seguras con respecto a posibles daños físicos -la infraestructura no se encuentra en las instalaciones de la empresa- y, por supuesto, mucho más accesibles. Y es que poder acceder a la información y trabajar con ella desde cualquier lugar con conexión a Internet no tiene precio.
Desafíos a la hora de migrar a la nube
Entre los desafíos que afrontan las empresas al recurrir a la nube, nos encontramos la adaptación de los empleados a los nuevos modos de trabajo, la seguridad de la información por parte de los proveedores o la propia migración de los datos, sobre todo cuando se trata de grandes empresas. En cualquier caso, el reto merece la pena teniendo en cuenta los beneficios.
Incentro te ofrece soluciones cloud que se adaptan a los requerimientos de tu organización
Como ves, migrar los datos de tu organización a la nube te ofrece grandes ventajas, empezando por un notable impulso a la competitividad del negocio. En un momento en el que las tecnologías de la información resultan determinantes para la supervivencia empresarial en el mercado, las soluciones cloud han dejado de ser una simple opción.
¿Presentan desafíos las soluciones cloud? Por supuesto, como todas las tecnologías. Sin embargo, la modernización resulta inevitable y para ello conviene hacerlo del modo más seguro posible. Desde Incentro contamos con más de 25 años de experiencia en este campo y, como Premier Partner de Google, entendemos la nube y sabemos identificar lo que tu organización necesita para escalar rápidamente y de forma sostenible. ¿Hablamos?